miércoles, agosto 15, 2012

Cuento: "De la academia y otras cosas."

Esa mañana, por primera vez en muchas mañanas, me desperté temprano. Mi nueva alarma (pedirle de favor a mi novia que me llamara a las 4:30 a.m.) había funcionado eficazmente. Me bañé, enjabonándome la entrepierna, el champú dentro de los ojos, el olor a amoniaco de las sales baratas de baño, la rasuradora desechable para la barba y la toalla sucia y áspera para secarme.

Se podría decir que había despertado con el pie derecho, malditas metáforas. En fin, la elegancia necesaria de cada mañana (jeans y la playera negra gastada de Iron Maiden), la aplicación de desodorante y antitranspirante y estamos listos para irnos.

Salí de mi casa con el ánimo y el entusiasmo por los aires, y a paso acelerado me dirigí hasta la parada del Transurbano. En el camino pasé a la tienda de doña Marta para comprar el respectivo pan con firjoles, el cafecito mañanero, el jugo de naranja con huevo y el cigarrito para el camino. 

"Buenos días", la educación y el saludo para el chofer que ni voltea la cabeza para regresar el gesto de salutación. Maldita cultura de remierda, pero a mí qué putas, yo soy educado y la pinche educación no pelea con nadie, ni con este cerote.

En fin, paso por el trébol, observo la misma barra-show de siempre, ya abierta a esa hora, las ventas de películas piratas, los cargadores de celular para carro, el par de taxistas parqueados a media calle, el clásico viejo sentado en su banca sobre la banqueta, el hombre que escupe en la calle, la madre soltera que va al trabajo y espera la 63 para que la lleve al obelisco... en fin, llego a la Avenida Petapa y el tráfico en puta como para mejor bajarse e irse caminando. 

Efectivamente me fui caminando, así aprovechaba a echarme el cigarrito.

Pensando en mis cosas, cosas de mi vida, mi familia, mis hermanos, mis cuates, ¿cuándo sale chupe?, las tareas que debía presentar, que mis zapatos ya tienen hoyo, que no vaya a pararme en caca que ya pizé. Me había desvelado tres noches por el puto examen, hoy tenía que ganar esa mierda. Pero me detengo en BurgerKing por una hamburguesa, tenía mi hambrita toda vía. En fin, ya con energías para socarla en el examen.

Pero no, la U está cerrada, así que cigarrito, llamada a mi novia y de regreso a mi casa. Qué mierda con todo.