Después de formar un lazo,
seguido del tiempo y empeño,
de dar a torcer tu brazo,
tras unir realidad y sueño,
después de tantos lamentos,
su carisma se hizo desdeño,
tú te hiciste de quebrantos,
quedaste como un ser barreño...
Eterna melancolía
y calma efímera,
vas preso en tu esfera,
has creado tu pesadilla.
Cargas una vida enferma
de pena y dolor,
con gran desamor,
melancolía eterna.
Dedicado a aquellos que dedican su vida a la melancolía, aquellos que prefieren el quebrantado y doloroso recuerdo de un supuesto amor perdido, en lugar del bienvenido recuerdo de todo lo bien que hicieron y vivieron durante el mismo.
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