Conspiraba a la luz de la Luna múltiples maniobras para lograr cometer, lo que yo mismo, a pesar de hallarme sumergido en este delirante estado de embriaguez emocional ambigua, llamaría, un acto delictivo.
Seguramente implicaba una profunda y honda traición a la sobriedad emocional imperiosa de mi más entera inteligencia y capacidad pensante; una acción catalogada como abyecta y ruin en el contexto tradicional de mi pensar lúcido y transparente. Esta idea aguda que infecta a diario mis primeros pensamientos matutinos y mis últimas reflexiones nocturnas. Un evento cataclísmico incalculable de alto efecto sentimental.
Sin embargo me hallo acá, en el jardín eterno de lirios y tulipanes que lloran agua bendita luminosa de estrellas y polvo de luciérnagas, flores melancólicas pero fuertes, abstractas, complejas... artísticas.
El acto delictivo de cortar estas flores perennes de sus bulbos, llevarlas conmigo, ocultarlas, y dejarlas moribundas para yo dormir pensando en ti y despertar penando en ti... para después arrepentirme y arremeter contra ellas, terminar con su sufrimiento, aplastarlas y arrancarles la vida, que fallezcan con estos sentimientos hacia ti, y, así, dejarte morir para, luego, matarme.
Seguramente implicaba una profunda y honda traición a la sobriedad emocional imperiosa de mi más entera inteligencia y capacidad pensante; una acción catalogada como abyecta y ruin en el contexto tradicional de mi pensar lúcido y transparente. Esta idea aguda que infecta a diario mis primeros pensamientos matutinos y mis últimas reflexiones nocturnas. Un evento cataclísmico incalculable de alto efecto sentimental.
Sin embargo me hallo acá, en el jardín eterno de lirios y tulipanes que lloran agua bendita luminosa de estrellas y polvo de luciérnagas, flores melancólicas pero fuertes, abstractas, complejas... artísticas.
El acto delictivo de cortar estas flores perennes de sus bulbos, llevarlas conmigo, ocultarlas, y dejarlas moribundas para yo dormir pensando en ti y despertar penando en ti... para después arrepentirme y arremeter contra ellas, terminar con su sufrimiento, aplastarlas y arrancarles la vida, que fallezcan con estos sentimientos hacia ti, y, así, dejarte morir para, luego, matarme.
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