lunes, octubre 11, 2021

Texto: "Duelo y luto".

La noche ya había llegado, unas horas atrás se agrietaba el cielo y escurrían sus colores escapando rápidamente hacia otros husos, se había escondido la luz principal de esa bóveda antes tan clara y celeste, ahora oscura y honda.

El aire frío impregnado con esencia a tierra y musgo inundó de golpe mi cuerpo, salí pronto del edificio para apurar el paso, un pie tras otro, un milagro del ritmo y la sincronía de cartílagos, tendones, tuberías y carnes y huesos. A caminar a casa bajo una discreta pero exhaustiva mezcla de neblina y viento, la más fina lluvia puede aplastarlo a uno dado el suficiente tiempo.

Cuarenta minutos de locomoción, un cielo que se ennegrecía aún más, capas y capas de nubes como oscuridad material obstruyendo estrellas, una lluvia que empapaba los pelos de las cejas y los antebrazos, y una capa gruesa fluida crecía con cada gota de sudor sobre la piel del pecho y la espalda. Punzante convergencia del calor interno chocando contra el enfriamiento externo.
Sombras, humedad, hastío.

Entré a casa sin la consciencia de lo que crecía en mi interior, abriéndose brecha, equivocado con el frío y el agua de la noche negra.

Me senté entre humos y luz tibia a estallar en llanto creciente y desconsolado, reminiscencia de otras vidas, dolorido como no ocurría desde la niñez.
Ya no están, han partido a otros planos, lupus, gallus. 

Adiós.

miércoles, julio 21, 2021

Cuento: “Encuentro”.

Durante el camino hay un pequeño tramo, una curva que asciende de oeste a norte. En las noches es una callecita oscura, sin alumbrado público, ni pavimento. En el suelo hay rocas, arcilla y un área que parece tener cientos de pañales enterrados que sobresalen cuando llueve. En el límite cóncavo hay una propiedad igualmente oscura, de ladrillo, lámina y barro. Tiene un bosque de pinos cerca y abundantes matorrales en su extensión, densos, húmedos y negros. 

Una madrugada, corriendo, crucé por ese tramo del camino. Eran pasadas las cuatro de la madrugada, un cielo nublado y la Luna ausente. Todo oscuridad. 

Mi cuerpo inició una reacción conocida de temor, nerviosismo, vibración y excitación. Aumentó la claridad de mi visión, electricidad recorría toda mi piel y podía sentir los cabellos de punta. Continuaba corriendo en ascenso pero mi respiración y latidos solo respondían al miedo creciendo sin nombre, sin explicación más que ingresar a tal oscuridad del sendero.

La mente seguía serena.

Con mi vista periférica alcancé a ver una silueta que bien asemejaba a la estructura de un perro pero igualmente podría haber sido un gato o una enorme rata o una cabra... no tenía pelo, lo que veía me parecía ser piel, clara y con apariencia dorada muy tenue. Corría a mi izquierda, ligeramente más veloz que yo, lo vi acercarse pero me resistí a voltear a ver. Uno, dos, tres, cuatro pasos y la sentía encima, volteé vista y cuerpo, y me detuve en seco.

No había nada.

miércoles, enero 27, 2021

Cuento: "Chasquido en el ensueño".

 Un instante duró el trance, la realidad alrededor se descompuso instantáneamente, toda sombra y toda luz adoptaron un orden alternativo que he podido observar unas pocas ocasiones en el transcurrir de mi vida. La consciencia recibe hondas cantidades de información interior y exterior en un momento veloz.

Todo comenzó a reordenarse, todo se volvió lento de nuevo, y volví a ver la luz de la Luna como tal, los árboles, el río y el puente. No tuve ni tiempo de perder el equilibrio.

Llegó a mi mente la imagen oscura de un boxeador pardo de guantes marrones, una melodía temeraria pero triste y desenamorada, un olor a manía o a quemado, recuerdo claramente que así olía mi padre. 

Dos pasos más y el corazón burbujeaba de emociones libres de explicación idiomática, yo tenía la certeza que eran reacción de la información que el trance trajo, pero eran irrastreables e incomparables. Un llanto a medias que sacudía con la risa y la calma sumergida entre la dicotomía de seguir caminando o quedarme quieto.

Dos pasos más después y todo se desintegró igual que como vino, paroxístico. Un chasquido.