jueves, junio 04, 2020

Texto: "De tercera a primera persona del singular".

Él  pensaba que ya tenía ciertos años encima para justificar las ideas que tenía sobre dejarse llevar, fluir en el momento. En esa época escuchaba a Alan Watts, leía sobre geometría sagrada y usaba psicodélicos. Desde el inicio de la narración todo cabo suelto se amarró a su puerto, luego se soltaron concepciones tradicionales de la identidad, los cabos peor amarrados. Y este joven pensó que su flujo era saludable y era capaz de dejarse llevar por ese eterno presente. Pronto continuó esta abundancia de comunicación neuronal y la inevitable resolución neuronal deteniendo la red neuronal por defecto, y así los cabos sueltos se disolvieron en una misma sustancia cercana al origen de una emoción, una mezcla del presente eterno es una figura geométrica y que dejarse llevar involucra dejar la mente que cuenta la historia sobre la verdad que nos trajo a este existir. Los años que creía tener encima se agrandaron hasta la necesidad de no contar mi existencia en años. Esa pérdida de entenderme y entender mi alrededor a través del tiempo me llevó a concluir que, existiendo a través de todo el tiempo, la forma que tenía tan aferrada a mi identidad, es también material, y esa materialidad no trasciende el tiempo en el mismo grado que ya había narrado (susurrado a mí mismo). Amarrarse a esos cabos aún es posible aunque el tiempo no exista. Y eventualmente iba saliendo de nuevo a esta realidad, vuelvo a ser mi ego, y no puedo ser mucho más. Solo que ahora ya no creo tener esos años encima y así, dejarse llevar es más la unidad.

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