Pedro, era un clásico trabajador Guatemalteco, que vivía con los pocos centavos que obtenía a diario, mantenía a su familia (esposa y 2 hijos), además de cuidar de sí mismo.
Una tarde, a eso de las 2p.m., cuando la gente ya ha regresado a sus trabajos después de almorzar, Pedro limpiaba la carne y pan quemados en su plancha para shucos. Después de haber mantenido su puesto durante casi 6 años, había visto cómo asaltaban señoritas a plena luz del día, choques en los que el culable huía más rápido de lo que iba antes del choque... Días y días de dolor.
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En la mañana del día siguiente, un periódico local tiene como titular "Shukero baleado" y la imagen de Pedro en el suelo, al lado de sus tenazas.
Pedro recibió cuatro impactos de bala despues de ser atropellado por un bus urbano (burra), quedando con quince tipos de heridas distintas cuya frecuencia indivudual era mayor tres. No se le declaró muerto debido a que aún respiraba y hablaba. Se decía que quedaría inútil para toda su vida... cinco meses después lo encontraron vendiendo shucos en una de las paradas del bus que lo atropelló...
La ironía de Pedro.
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